viernes, 8 de mayo de 2015

Báronz. Parte I

Jadeaba extenuado tras la dura prueba. Me había empleado a fondo, había dado lo mejor de mí y estaba satisfecho...
-Demasiado débil -sentenció Ilfzaer Mae'ghim, mi padre y maestro.
A veces, darlo todo no es suficiente.
No protesté. Sabía que mi padre no daría su brazo a torcer. Él era un verdadero guerrero, héroe de guerras pasadas, y todos los que lo habían visto en acción aseguraban que su manejo de la espada no tenía parangón. Supuse que era lógico que exigiese que sus hijos demostraran similar valía.
Mi hermano mayor, Vuxo, había seguido sus pasos y ya disfrutaba de merecido prestigio tras librar varias batallas exitosas al este, donde los trolls nos acosaban. Pero él y yo éramos muy diferentes.
Siempre fui débil y enfermizo, y mi padre no dudaba en recordármelo siempre que no superaba con creces sus expectativas. Expectativas que cada vez eran más bajas. Esperaba el día en que finalmente aceptase que jamás sería como él.

-Bár'nozz es un completo inútil. Cada lección que me he esforzado por enseñarle ha sido una pérdida de tiempo.
-Hay otros talentos. Los magos no destacan por su fuerza física ni por su pericia marcial, padre -le recordaba Vuxo.
Estábamos en el salón de nuestra morada. La Casa Mae'ghim era un enorme palacete que se dividía para dar cobijo a las diferentes ramas de nuestra familia. Varias generaciones completas vivían allí, y si alguna vez se había quedado pequeño, se habían hecho ampliaciones. Formábamos parte de la Alta Nobleza y podíamos permitírnoslo. Pero jamás se daba la espalda a un familiar. Nuestro apellido era el mayor vínculo de lealtad.
Nuestro hogar contaba con salón, habitaciones e incluso letrinas independientes que ningún otro Mae'ghim pisaba. Estaba en el ala sur, y allí, tras la muerte de mi madre, habitábamos Ilfzaer, Vuxo, Micarae (mi hermana pequeña) y yo.
-Debería enviarlo a la Torre Arcana. Hace generaciones que la Casa Mae'ghim no ha disfrutado de un mago prestigioso. Tal vez los dioses nos hayan bendecido con uno y mi obstinación no me haya permitido verlo.
Yo fingía no escucharlos, aunque por aquel entonces, ser mago me pareció una idea magnífica. No podía saber cómo acabaría todo.

Unos días más tarde, me encontraba en mi habitación, preparando el equipaje que me llevaría a la Torre Arcana.

1 comentario:

  1. Hola hola :D
    Muy buen trabajo con el blog, en serio, hacía tiempo que no entraba en él (el mismo que llevo ausente, supongo)
    Vengo para pedir rol, por que soy así de triste. Tengo unas ganas increíbles de volver a rolear con Enisse y con la gente que había por aquel entonces, ya sea por google+, ask, tumblr, foro, etc. Vi el comentario que pusiste en tu cuenta de Google+ hace un mes, pero como no sé si volverás a entrar (amenazaste con eliminar la cuenta) te escribo por aquí que igual lo ves antes (o no ;____;) y podemos ponernos en contacto. Si es así, te agradecería que lo hicieras por la cuenta de Gmail de Enisse Belacqua ^^
    Muchas gracias por todo <333

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