jueves, 23 de mayo de 2013

La vida de un hombre de fortuna.


¿Quienes creéis que somos los hombres que nos dedicamos a la piratería? 

Exiliados, marginados, expulsados de la sociedad y rechazados por los nuestros. Dispuestos a hacer cualquier cosa para sobrevivir y entregados a una vida de aventuras, peligros, saqueos y excesos. Existimos en un mundo que nos ha dado la espalda.
 Una buena vida en mi opinión, consiguiendo, al echar amarre, los lujos que nos faltan en alta mar con el oro robado a quienes nos desprecian.

Tenemos fama de ser asesinos, violadores, ladrones… Nuestro historial no puede ser peor y por ello no tememos mancharlo. Quizás incluso debamos llevar más a cabo estos actos, al menos así les daríamos más veracidad.

No medimos el tiempo por años, pues nuestra esperanza es sobrevivir al próximo asalto y disfrutar de nuestra salvaje vida un día más.
Dicen que hay que estar un poco loco para aceptar vivir en nuestras condiciones... y quizás tengan razón. Quizás todos estemos locos, pero no cambiaría esta vida por nada en el mundo…
Excepto quizás un poco más de oro, una fémina excitada y una jarra de hidromiel.


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